El sueño de debutar en la primera división es la meta de miles de jóvenes en Argentina, quienes dedican años de esfuerzo y sacrificio para llegar a ese momento. Sin embargo, este lunes, el club Deportivo Riestra ofreció un atajo impensado: hizo debutar al streamer argentino Iván Buhajeruk, conocido como Spreen, en su partido contra Vélez, el equipo líder del campeonato.
Su tiempo en la cancha fue de apenas 78 segundos, lo que desató una ola de críticas y sospechas. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) abrió una investigación por posible violación del código de ética, mientras la Fiscalía estudia si detrás hubo una red de apuestas ilegales.
Con 24 años, Spreen no cuenta con experiencia en el fútbol profesional, sino en plataformas digitales donde comparte contenido sobre videojuegos con una audiencia de casi ocho millones en YouTube. Su inclusión en Riestra surgió como una estrategia de marketing de la marca de bebidas energéticas Speed, patrocinadora del club y de Spreen. “Iván vende latitas y a mí me paga la latita, entonces, que venga”, comentó el entrenador del club, Cristian Fabbiani. Tras el debut, el capitán Milton Céliz aclaró que la decisión venía “de los dueños” del club, uno de los cuales es Víctor Stinfale, un exabogado conocido por defender figuras polémicas.
Un club rodeado de controversia
Deportivo Riestra, con 93 años de historia, es el club más excéntrico de los 28 en la primera división argentina. Su hinchada es pequeña y su estadio tiene capacidad para solo 3,000 personas. Ha llegado a los titulares más por escándalos y favoritismos arbitrales que por sus logros deportivos. En una ocasión, el club agrandó las áreas de juego para facilitar penales a su favor, y también ostenta el récord del debut más precoz de la liga argentina con el joven Mateo Apolonio, de solo 14 años.
A diferencia de Apolonio, el caso de Spreen generó controversia debido a su falta de habilidades futbolísticas.
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